Cuando los peques se caen, cuando hace falta una historia antes de dormir o cuando el día necesita un empujoncito de buen humor, ahí está él. Siempre con una solución, o un “¡Vamos, que tú puedes!” que les hace sentir invencibles.
Haz que su día sea inolvidable con un cuento personalizado que guarde para siempre.
Para los papás que siempre están ahí, con paciencia, amor y muchas cosquillas.