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Esta obra ha sido escrita para asesorar a los abogados, magistrados, funcionarios del Ministerio Público Fiscal y a los calígrafos públicos, sobre el papel funcionarios del Ministerio Público Fiscal y a los calígrafos públicos, sobre el papel fundamental que juega la pericia caligráfica como medio de prueba judicial. En la misma se analizan temas como Impugnaciones que atacan al perito y a la pericia, dados los excesos que se cometen al impugnar, observar o pedir la nulidad de una pericia caligráfica, capítulo central de este libro, y las sanciones que se están aplicando ante este tipo de prácticas de lenguaje antijuridico.
Se aborda, asimismo, el derecho comparado en Latinoamérica y España, debido a la gran significación de la prueba pericial en los códigos procesales civiles y penales de cada país.
Por otra parte, se ahonda en la falsificación de documentos y en la trascendencia del calígrafo público en las pericias caligráficas.
De sumo valor son también los códigos deontológicos sobre los peritos calígrafos. Clases de peritos; diferencia entre peritos y testigos; la independencia, objetividad, honestidad e imparcialidad de los peritos; dictámenes periciales contradictorios; errores de buena fe y mala fe al realizar un informe; cómo contestar una impugnación; anexo ilustrativo digital, son capítulos presentes, que todavía siguen en boga en los estrados judiciales.
Se muestra, igualmente, abundante jurisprudencia, así como un capítulo sobre la seriedad de la ciencia pericial caligráfica, y conclusiones finales, que son el corolario de esta obra, donde el autor escribe sobre la eficacia probatoria de la pericia caligráfica en un litigio judicial, además del respeto que debe profesarse a la ciencia caligráfica y sobre los profesionales que día a día se comprometen a desenmarañar las falsificaciones sobre documentos, capacitándose y estudiando todos los días sobre nuevas técnicas en la alteración de instrumentos documentales.
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