😧 En un año electoral, para algunos "todo vale". Y si hay algo que genera aplausos fáciles es atacar a la Unidad de Fomento. Sí, a veces la "odiamos" cuando nos toca pagar y nos lamentamos cuando sabemos cuánto va a subir.
Los diputados Daniel Manouchehri y Daniella Cicardini, ambos PS, lo saben. Por eso, esta semana
lograron avanzar en el Congreso con una vieja fantasía: eliminar el uso de la UF. Concretamente, quieren prohibirlo para arriendos, colegiaturas, salud y créditos hipotecarios. Suena popular. El problema es que, como ocurre con muchas buenas intenciones en política, lo que parte con aplausos podría terminar en un completo desastre.
☝️ El ministro de Hacienda, Mario Marcel, no anduvo con rodeos. “Sería un terremoto para el crédito hipotecario”, advirtió. Y tiene razón. La UF no es un villano. Fue creada para proteger el valor del dinero en un país que conoció de cerca la inflación, pero los millennials y centennials nunca la vivimos. Con la UF miles accedieron a créditos hipotecarios de largo plazo con tasas más bajas y menos volatilidad. Eliminarla podría subir las tasas, acortar los plazos de los préstamos y ponerle freno a la inversión inmobiliaria. Es decir, justo lo contrario a lo que se necesita en un país con déficit habitacional y que requiere impulsar dicho sector.
Es cierto:
la UF se ha colado en rincones donde tal vez no debería estar. No es necesario que una escuela de fútbol o que la suscripción del diario cobren en UF. Pero eso no se resuelve dinamitando todo el instrumento. Como bien
dijeron los expertos que consultamos en Chócale, el problema no es la UF, es la inflación. Y cambiar el termómetro no baja la fiebre.
🤷♂️ Todo parece más una jugada electoral que una política seria. Lo mismo ocurrió con
otras iniciativas de estos mismos diputados: permiso laboral por muerte de mascotas, derecho a faltar a la pega el día de cumpleaños, o el “
Devuélveme mi pasaje” que podría terminar encareciendo los vuelos. Ideas que suenan bien, pero donde seguro saldremos hacia atrás.
Si queremos mejorar el acceso a vivienda, salud y educación, partamos por fortalecer la economía y mejorar los ingresos reales, no por destruir los pocos mecanismos que funcionan para proteger el valor del dinero en el tiempo.