💳 En Chile ya hacemos, en promedio,
374 pagos digitales al año por persona, superando a Alemania, Italia y España, aunque aún por debajo de Australia, Reino Unido y Canadá.
Lo dice el Banco Central en su más reciente Informe de Sistemas de Pago, que reporta un crecimiento de 18% frente al año anterior. Más pagos sin billetes ni monedas, más transferencias, más tarjetas —sobre todo de débito— y un salto del prepago.
Detrás de la cifra hay varias tendencias: más adquirentes, más comercios aceptando pagos electrónicos, infraestructura más robusta y hasta la exploración de una moneda digital. Se han sumado emisores no bancarios con productos versátiles, y el transporte público podría aceptar pronto tarjetas abiertas sin contacto. Incluso Pix, el sistema brasileño de pagos inmediatos, ya opera en algunos comercios, aunque sin regulación local. Eso sí, el Banco Central advierte que leyes pensadas solo para recaudar impuestos podrían desincentivar estos avances.
🍎 En este contexto,
las billeteras digitales han crecido con fuerza. El mejor ejemplo es
Apple Pay, que esta semana cumple dos años en el país. Banco de Chile asegura que su uso se duplica cada año; Banco Falabella dice que el 79% de sus clientes con iOS ya la usa; y Transbank procesa 650 mil transacciones diarias con tecnología NFC.
El fenómeno es transversal y convive con Google Pay, Onepay y las wallets con QR. Su éxito se explica por la experiencia simple, segura y rápida… y todo indica que esto es solo el principio.
☝️ Estas cifras se dan a conocer mientras
la CMF dio pie atrás en la norma que prohibía las tarjetas de coordenadas para autorizar transacciones. Un cambio que preocupaba sobre todo a usuarios menos digitalizados. Ojalá esta rectificación sirva de lección: los cambios en el sistema financiero deben ser graduales, consensuados, con tiempo, y pensados para la inclusión financiera, no la exclusión.